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Bajo la cubierta de artillería pesada y cohetes, un coche-bomba aceleró hacia el perímetro de la base de la División 17, donde se detonó causando una enorme explosión que sacudió la ciudad de Raqqa. Se esperaba que el ataque suicida diese lugar a una brecha por la que 40 atacantes del Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS) pudiesen infiltrarse en la base y atacar la guarnición provocando la confusión y afectando la moral de los soldados. Pero el coche explotó antes de tiempo, después de haber sido golpeado por un proyectil disparado por el Ejército sirio y como resultado, un segundo atacante suicida saudí -Abdullah Saleh Al-Sadiri (apodado Abu Suhaib al-Jazrawi)- intentó romper el cerco, pero tampoco logró alcanzar su objetivo adyacente a la sede del Batallón de Señal (uno de los batallones que componen la División 17), cuando el camión que conducía, lleno de toneladas de explosivos, estalló lejos de su objetivo.
La Fuerza de Defensa Nacional (FDN) de Raqqa, un grupo paramilitar leal al gobierno sirio, ha estado reportando las últimas noticias sobre los enfrentamientos entre el ISIS y las fuerzas estatales en el área de la base militar de la División 17. La FDN señaló que la División 17 ha contenido los ataques y de algunos críticos sostienen que el ISIS no atacó -al menos hasta ahora- a la División 17 y que los combates fueron simplemente una la demostración de poder.
Al menos dos de los cuerpos de soldados de la División 17 fueron crucificados, de acuerdo con un video, y fotografías publicadas en cuentas de redes sociales mostraron a los yihadistas dentro de la base militar en el control de varios tanques, camiones y cajas de municiones; además se los extremistas izaron su bandera negro del ISIS por encima de un edificio, en otras fotos se ven a elementos del ISIS dentro de viviendas de la División de 17 quemando un retrato del presidente sirio Bashar Al-Assad.
Ninguna de estas afirmaciones han sido verificada por medios independientes, pero los enfrentamientos en la provincia de Raqqa son importante y han ocurrido varias ocasiones en las últimas dos semanas; estos enfrentamientos si han podido corroborarse mediante informes de ambos los lados y con videos en línea. Es discutible si el ISIS ha empleado todos sus recursos para tomar la División 17 o si solo efectuó operaciones para evaluar la factibilidad de tomar totalmente esa instalación militar en Raqqa; lo cierto es que el ISIS ha logrado un fuerte efecto propagandístico al decapitar y poner las cabezas de los soldados en picas o al tomar equipo militar sirio para sus operaciones.
El 24 de julio, pocas horas después del ataque a la División 17 en Raqqa, el ISIS lanzó un ataque en contra del Regimiento 121, conocido como Regimiento Melbiya, y el puesto de control de en el campo de Hasakah. El Regimiento 121 es considerado uno de los más importantes para el ejército sirio en la región y realiza una importante función de protección de la sede y emplazamientos de los militantes en el campo del sur de Hasakah, desplegados en un terreno elevado, que le dan el control de fuego de grandes franjas de la tierra. Hubo varios informes contradictorios con respecto a la suerte del Regimiento Melbiya Regimiento; si bien las fuentes pro ISIS afirman que lograron romper la base y comprometer su guarnición a corta distancia, que el Comandante Gral. Mozid Salama y 20 soldados murieron y un número de soldados fueron inmovilizados en los bordes de la base, una fuente bien informada acerca de la defensa de la base dijo que no había nada de cierto en las afirmaciones sobre que el ISIS violó el perímetro del regimiento y que las tropas del Ejército lograron repeler el ataque y frustrar el logro de sus objetivos.
Algunos de los heridos de la División 17 que llegaron a un hospital militar de Latakia son: Ayham Alsaaour, Amjad Al-Ahmad, Ahmed Hawthorn, Mohammed Daud, Riad Deeb, Adham e Ibrahim Ahmed Muhanna. Entre los muertos se encuentra el Gral. de Brigada, Hasham al-Sha'arani, que era un oficial druso del Ejército sirio.
Medios rusos señalaron que luego de horas de tiroteos intensos, los yihadistas comenzaron un ataque terrestre que fue contrarrestado por las fuerzas gubernamentales con la utilización de helicópteros. En la noche del viernes, los yihadistas comenzaron a publicar pruebas de vídeos y fotos del interior de las vivendas de la División 17, donde encontraron alcohol y otros artículos prohibidos que supuestamente en los casilleros de los soldados; también afirmaron que las tropas del gobierno se habían dispersado a los pueblos cercanos y los que fueron capturados luego fueron ejecutados. ISIS publicó una foto de los oficiales decapitados en cuentas de Twitter, donde sus cabezas fueron colocadas en la plaza central de la ciudad.
En las últimas semanas, el ISIS ha llegado a través de Este al centro de Siria, a lugares que han estado bajo control del gobierno pero que no son tan importantes como otros centros de control. El foco de atención del gobierno sirio está en Damasco, la zona costera y el eje de Homs a Hama hasta Aleppo; por lo que la pérdida de los campos de gas de Shaar no representan una amenaza grave para el gobierno -que además controla la mayor parte de red eléctrica nacional- mientras los combates con el ISIS se mantengan en la periferia Este no son potencialmente gravitantes hoy en día.
El punto es que la guerra civil siria está entrando en una nueva fase, con intensas batallas entre el Ejército sirio y el ISIS, después de meses de relativa calma o enfrentamientos directos entre ambas partes. Los más de tres años del conflicto sirio ahora han tienen una complejidad más, ya que las operaciones del ISIS abrieron un frente con las fuerzas del gobierno, pero también con los rebeldes Jabhat Al-Nusra –que también se enfrentan al gobierno- y con las milicias kurdas. El ISIS carece de la potencia de fuego del Ejército sirio -aún con sus adquisiciones en Iraq- pero se ha transformado en uno de los grupos armados más poderosos en el terreno que puede desafiar a una de las mayores bases del Ejército sirio.
