martes, 31 de enero de 2012

Para Rusia una Resolución de ONU sobre Siria es un camino a la guerra


En el frente de batalla, los activistas de los distritos del este de Damasco, dijeron que los soldados dispararon al aire mientras avanzaban junto a los tanques más allá de lugares que ocupaban días atrás los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), luego de tres días de intensos enfrentamientos que dejaron al menos 100 muertos. El levantamiento contra Al-Assad ha entrado en una nueva fase en las últimas semanas, cuando la insurgencia encabezada por el ELS, decidió desde Turquía atreverse a golpear en las afueras de la capital.

El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, señaló que espera que el Consejo de Seguridad apruebe un proyecto de resolución que pide al presidente sirio, Bashar Al-Assad que cese la represión y deje el poder en manos de un interino; el actual proyecto apoyado por la Liga Árabe, EE.UU., Francia y Gran Bretaña solo depende de la posición de Rusia al respecto. China, que al igual que Rusia tiene derecho a veto en el Consejo, también tiene reservas sobre el proyecto y en el pasado ambos Estados vetaron una resolución redactada por los países europeos en octubre, que condenaba a Siria y amenazó con sanciones.

Ban puso de manifiesto la necesidad de llegar a una salida acordada por los miembros del Consejo de Seguridad ya que no se puede continuar con la presente situación. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los DD. HH., Navi Pillay, expresó su alarma por la escalada de la violencia y pidió a las autoridades sirias a detener la matanza de civiles, mientras que también instó a las fuerzas de oposición a mostrar moderación; el portavoz de la ONU sobre DDHH, Rupert Colville, también instó a las autoridades sirias a detener la matanza de civiles en Siria y pidió a los combatientes de la oposición a extremar la prudencia también y asegurarse que no haya más muertes innecesarias.

El Viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Gennady Gatilov, subrayó la oposición de Moscú al proyecto, pero no llegó a una amenaza explícita de bloquearlo mediante el veto; Rusia ha dicho que el proyecto occidental-árabe es inaceptable en su forma actual ya que estaría condenado al fracaso. El Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que Rusia no permitiría que el Consejo de Seguridad aprobase una acción militar en Siria.

Siria ha sido más firme punto de apoyo de Moscú en el Medio Oriente, paga en efectivo por las armas rusas y alberga una instalación naval de mantenimiento en el puerto de Tartus –la única base militar de Rusia fuera de la antigua Unión Soviética- por lo que Moscú difícilmente acceda a perder estos objetivos de política exterior a cambio de nada. Si bien es cierto que los argumentos rusos para oponerse a la resolución que pide la salida del poder del presidente Al-Assad tiene como contracara sus propios intereses, la declaración de Lavrov sobre la alternativa que un vacío de poder conduzca a una guerra civil es una posibilidad tangible más aun luego del giro de las manifestaciones hacia la violencia.

La oposición no consigue establecer un frente común debido a las profundas divisiones entre los jóvenes e históricos, ricos y pobres, urbanos y rurales e inclusive dentro de los grupos islámicos lo que se refleja en las diferentes estrategias a corto plazo, a largo plazo y en los objetivos políticos de cada sector; estas fragmentación dificulta los planes occidentales para presionar al régimen sirio a que negociar con la oposición, aun suponiendo que el presidente Al-Assad se retire del poder y asuma su Vice, no todos los diferentes grupos de la oposición apoyan esta opción. El Consejo Nacional Sirio (CNS) es el grupo de oposición que tiene mayor cantidad de seguidores –no una mayoría decisiva- y es el que tienen mejor dialogo con EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania.

Pero el CNS, que apoya la propuesta de la Liga Árabe en favor que Al-Assad entregue el poder a un sucesor, tiene intrínsecamente una debilidad que no ha podido superar y es la falta de contactos de los líderes del CNS con las bases en Siria; por otra parte al CNS le preocupa que el ELS pueda convertirse en un cuerpo militar independiente, se sabe que muchas unidades no responden a los controles civiles e inclusive algunos combatientes actúan de acuerdo a sus propios intereses.

Frente a este escenario, Rusia sostiene que la renuncia de Al-Assad no debe ser una condición previa para un proceso destinado a poner fin a los enfrentamientos en Siria y los cambios políticos deben ser discutidos como parte de un proceso de paz; además Rusia también ha criticado la amenaza de "nuevas medidas" en caso de incumplimiento y que se ponga la responsabilidad de la violencia sobre las autoridades sirias, Moscú dice que los opositores también deben compartir la culpa. Es de esperarse que Rusia no apruebe la presente resolución ya que la abstención en el caso de Libia permitió la intervención militar de la OTAN; por otra parte Vladimir Putin -quien es candidato a la presidencia- ha criticado duramente su campaña la resolución del Consejo sobre Libia y no desea abrirle el juego en Siria a Occidente.

lunes, 30 de enero de 2012

Día clave mañana para Siria en el Consejo de Seguridad


La Liga Árabe dijo el sábado que había suspendido su misión de observación en Siria debido al "deterioro crítico de la situación", al tiempo que las fuerzas de seguridad luchaban contra los rebeldes en tres suburbios a las afueras de Damasco. El Secretario General de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, dijo en un comunicado que "Dado el deterioro crítico de la situación en Siria y el uso continuo de la violencia, se ha decidido a detener inmediatamente el trabajo de la misión de la Liga Árabe de Siria en espera de la presentación del tema al Consejo de la Liga.

Los combatientes rebeldes del Ejercito Libre Sirio (ELS) continuaban enfrentándose a las fuerzas del gobierno ahora en los barrios a las puertas de Damasco, a pesar de los despliegues de las fuerzas sirias -en los suburbios del este de Damasco durante el domingo- con tropas, tanques y vehículos armados que fueron enviados para aplastar a los bastiones de la rebelión. Un video amateur publicado en Internet sustenta a otros informes previos que hablaban de nuevos combates en Homs -el mayor foco insurgente- que ha sido el lugar de batallas repetidas entre rebeldes y las fuerzas leales al presidente Al-Assad; la agencia de noticias oficial de Siria, SANA, no dijo informó de los combates en Homs, pero si dijo que un gasoducto en la zona fue volado por un grupo terrorista no identificado.

Mientras la situación en Siria se vuelve cada vez más inestable y todo parece indicar que se encamina a una guerra civil, la actividad diplomática ha retomado su actividad en el seno de Naciones Unidas. Nabil Elaraby llegó a Nueva York el domingo con la esperanza de ganar el apoyo del Consejo de Seguridad para su plan orientado para acabar con la violencia en Siria y que se basa en el alejamiento del presidente Bashar Al-Assad de su cargo; Elaraby informará al Consejo de Seguridad el martes, pero ya se sabe que la iniciativa árabe -respaldada por los países occidentales- se enfrenta a la resistencia de Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo con poder de veto.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña y Francia encabezarán un nuevo impulso mañana ante el Consejo de Seguridad,para tomar medidas contra la represión en Siria. El canciller francés, Alain Juppé y de su par británico, William Hague, fueron a presionar al Consejo a adoptar una resolución sobre Siria; la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que el Consejo "debe actuar" en Siria para acabar con el presidente Bashar Al-Assad y los ataques violentos y brutales contra los manifestantes.

Todavía no se conoce la postura de los nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad -Marruecos, Togo, Guatemala Pakistán y Azerbaiyán- que asumieron a principios de este mes, pero el retiro de Brasil -uno de los países que resistió la intervención en Siria- y el creciente convencimiento que de la necesidad de una resolución para detener las matanzas en Siria hacen que el resultado sea imprevisible.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso señaló que Siria se ha comprometido a participar en conversaciones mediadas por Moscú, que se ha ofrecido como anfitrión de las conversaciones en un esfuerzo para poner fin a la violencia en el país árabe. La oferta de Rusia, de mediar en las negociaciones, puede ser un intento de reforzar sus argumentos en contra del proyecto de resolución apoyado por países occidentales en el Consejo de Seguridad que pide al presidente Al-Assad que ceda el poder a un interino.

Abdel Baset Seda, un alto miembro del Consejo Nacional Sirio (CNS), señalo que no había recibido ninguna invitación formal para asistir a las conversaciones con las autoridades de Siria en Rusia. Seda también manifestó la negativa de su partido sobre dialogar con el régimen sirio y ratificó la postura de gran parte de la oposición que rechaza cualquier instancia que no sea precedida de la renuncia del presidente como paso inicial.

Aunque pocos esperan que Rusia apoye la resolución, funcionarios occidentales tienen la esperanza que Moscú se abstenga –y no utilice el veto- lo que permitiría la aprobación de la resolución; la cuestión radica sobre cuántos cambios más deberán ser introducidos en el proyecto de resolución para asegurar este resultado. Se espera que Rusia insistiese, al menos, en la redacción del proyecto que de forma explícita llama a Al-Assad a transferir el poder a su vice, así como la venta de armas a Siria.

La presión al régimen sirio no solamente proviene del Consejo de Seguridad sino que se encuentra al borde mismo de Damasco. Los combates disminuyeron durante la noche en las áreas cercanas a los suburbios de Damasco y las tropas del ejército extendieron su control a la zona de onterizas Ghouta. El hecho significativo no es la victoria del ejercito sirio sino la capacidad del ELS para enfrentarse con las fuerzas de seguridad y mantenerlos en jaque durante varios días; el ELS es la primera organización que enfrenta al régimen en 11 años y su expansión ha sido vertiginosa a lo largo de pocos meses.

Pero estas no son las únicas malas noticias para el presidente Al-Assad. Existe evidencia que algunas unidades del ELS han logrado obtener sistemas relativamente avanzados rusos de misiles anti-tanque para ser operados por las unidades rebeldes de primera línea. En las últimas semanas, varias unidades del ELS han organizado un creciente número de operaciones ofensivas –con ataques y tácticas de guerrilla- en un intento por agotar a las fuerzas regulares y fomentar nuevas deserciones que debilitarían al régimen. El foco de los ataques ahora son los depósitos de armas, los buses que llevan refuerzos de tropas y los milicianos Shabiha –fuerza paramilitar de la secta alawita- minoría que constituye la columna vertebral del régimen de Assad; el ELS aun no ha recibido dinero, armas, mando y control de los medios y asesoramiento operacional y táctico desde la comunidad internacional.

Se estima que hay alrededor de 37 batallones del ELS, de los cuales 17 a 23 sostienen actividades militares, mientras que las filas serían compuestas por unos 40.000 combatientes, aunque otras fuentes sitúan la cifra entre 4.000 a 7.000.

viernes, 27 de enero de 2012

Consejo de Seguridad se reunirá para discutir la situación de Siria


La violencia en Siria ha aumentado considerablemente en los últimos dos días, con acciones armadas por parte de las fuerzas de seguridad y los rebeldes, que han deteriorado el escenario dramáticamente; esta situación ha extendido la confrontación a gran parte del país –con Homs, Idlib y Hama como zonas particularmente violentas- e inclusive han comenzado a sentirse a los insurgentes en la periferia de Damasco. El rechazo del régimen sirio a la propuesta de la Liga Árabe exasperó los ánimos la violencia que se desató cuando las protestas anti-Al-Assad estallaron nuevamente después de las oraciones musulmanas semanales.

Las calles desiertas de Saqba -un pequeño barrio de Damasco- y las banderas de los rebeldes flameando libremente son una señal que las fuerzas de seguridad ya no controlan desde hace días un territorio que se encuentra en los suburbios de la capital. Se estima que el Ejército Libre Sirio (ELS) dispone de fuerzas que controlan Harasta, Hamoureya, Kfarbatna y Tarma Ain; los combatientes dominan las calles con equipos portátiles y se han transformado en un claro desafío para al régimen a unos pocos kilómetros del centro de la capital siria.

En Hama, el fuego de los tanques y morteros mataron a 15 personas en el cuarto día de un asalto del ejército contra los distritos rebeldes de la ciudad; el Observatorio de la Sirio para los Derechos Humanos reportó 22 personas muertas en Nowa, Aleppo, y Homs. Los índices de mayor violencia se registraron en Homs especialmente en los distritos de Qusour y Karm Al-Zaitoun, donde los residentes denunciaron que los milicianos alawitas asesinaron a los 14 miembros de una familia sunita.

En Homs, los insurgentes señalaron que detuviern a siete iraníes y que no los pondrán en libertad hasta que el gobierno libere al Teniente Coronel Hussein Harmoush, un oficial del ELS y el primer alto oficial que defecto a la oposición; los activistas dicen que fue secuestrado en Turquía y fue llevado a Siria donde apareció en la televisión estatal en una retracción de sus comentarios anti-Al-Assad. Según la agencia de noticias iraní Mehr, los siete hombres son ingenieros que trabajan en una planta de energía en Homs, secuestados en diciembre.

Pero en un fragmento de seis minutos 20 segundos del video publicado por los rebeldes, se puede ver que uno de los cinco hombres tiene una tarjeta de identificación -con foto laminada- de la Guardia Revolucionaria iraní y pide a "todos los Guardias Revolucionarios de Irán que se retiren de inmediato del territorio sirio.” En el video, la persona se identifica como Sajjad Aminan y afirma ser el líder de un equipo especial de cinco miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Irán que entró en Siria el 16 de octubre de 2011. Los otros hombres fueron identificados como: Ahmad Aziz Askari, Hasan Hasani, Majid Qanbari y Kyumars Qobadi.

Las acusaciones sobre que iraníes y libaneses de Hezbollah están ayudando a las tropas del presidente Al-Assad en sus operaciones contra los disidentes han estado presentes desde que comenzaron las manifestaciones; sin embargo, hasta el momento la evidencia no ha demostrado mucho y no han surgido mayores pruebas para apoyar las denuncias de intervenciones desde el exterior.

Naciones Unidas había estimado que al menos 5.400 personas han muerto desde el inicio de los levantamientos en marzo pasado, pero incluso esa cifra puede no reflejar la magnitud de la actual ola de violencia, debido al aumento de la deserción de soldados sirios y civiles que se han unido al ELS y atacan a las fuerzas del gobierno de manera clandestina. Navi Pillay, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DDHH, dijo en Ginebra que la fragmentación étnica y sectaria en Siria está haciendo más difícil de documentar el número de muertos.

El Consejo de Seguridad se reunirá hoy para abordar la cuestión de Siria, antes de una posible votación la próxima semana, de un nuevo proyecto de resolución árabe-occidental destinado a detener la violencia en el terreno. Rusia, que se unió con China para vetar el anterior proyecto occidental de resolución en octubre, desde entonces Moscú ha promovido su propio proyecto. Marruecos espera que el nuevo proyecto de resolución, respaldando la propuesta de la Liga Árabe para el presidente Al-Assad entregue el poder a un interino, sea aprobado por el Consejo de Seguridad ya que no sugiere una intervención militar.

El actual proyecto de resolución también ha sido modificado en su redacción: donde decía que se “insta a Al-Assad a abandonar el poder para allanar el camino para elecciones justas" fue sustituido por “una llamado para que el presidente entregue plenas facultades a su segundo y forme de un gobierno de unidad nacional". El cambio de sintaxis tiene como objetivo rebatir el argumento ruso que sostiene que las potencias occidentales están buscando un cambio de régimen en Siria.

En el probable caso Rusia se oponga al proyecto, aun con las modificaciones de redacción y los objetivos apoyados por la Liga Árabe, está circulando la posibilidad que ONU haga un llamado a los Estados miembros solicitándoles se abstengan de venderle armas a Siria. Rusia es el principal proveedor del régimen de Al-Assad, frente a los embargos de la UE y EE.UU., recientemente un barco ruso llegó a Tartus con municiones y Moscú anunció la semana pasada un contrato para dotar de aviones de combate a Siria.

Rusia uno de los pocos aliados de peso que le quedan a Siria, junto con Irán, y el rechazo permanente a las sanciones o acciones militares contra Al-Assad tiene un alto costo político que se agrava debido a la falta de reformas cívico-políticas concretas y a la persistencia del régimen en utilizar la fuerza de manera indiscriminada. Moscú no podrá sostener a Damasco de manera indefinida, con el agravante que Al-Assad está perdiendo terreno si bien las fuerzas de seguridad estatales recuperaron el control de Douma, Harasta y Irbin después que los rebeldes se retiraron; los rebeldes no cuentan con vehículos blindados ni artillería, como el ejército sirio, pero aun sin estos medios desafían a las fuerzas estatales en combates urbanos en los suburbios de Damasco y comienzan a revertir la asimetría de poder que era favorable al régimen.

jueves, 26 de enero de 2012

Asesinan al Secretario General de la Media Luna Roja de Siria


ONG locales sirias junto con homólogos internacionales condenaron el asesinato del Dr. Abdel Razaq Jbeiro, Secretario General de la Media Luna Roja Árabe de Siria, y el sacerdote, de la Iglesia ortodoxa griega, el reverendo Basilious Nasser; Jbeiro fue muerto a tiros mientras viajaba fuera de Damasco -en un vehículo claramente identificado- después de asistir a las reuniones en la sede de la Media Luna Roja de Idlib, donde había trabajado como director del hospital local.

El presidente de la Media Luna Roja Árabe Siria, Dr. Abdulrahman Al-Attar, dijo que se había solicitado oficialmente a las autoridades sirias el inicio de una investigación sobre la muerte del Dr. Jbeiro; Beatrice Megevand-Roggo, jefa de operaciones del CICR para Oriente Próximo y Medio, expresó la condena del CICR, independientemente de las circunstancias en las que se produjeron los hechos.

Los medios de comunicación oficiales informaron que La Media Luna Roja Árabe Siria (SARC), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) denunciaron el asesinato en Idleb del jefe de la rama Media Luna Roja, Dr. Abdel Razaq Jbeiro,  fue abatido a tiros por un grupo terrorista armado en el distrito de Khan Shekhoun". La televisión estatal siria culpó a "terroristas" por el asesinato y que la noticia de la muerte del Dr. Jbeiro fue un gran shock.

Megevand-Roggo dijo que los puestos de control y el acoso de las autoridades impiden que las ambulancias y personal médico evacuen y traten a los heridos, algunos de los cuales han muerto como resultado, además el personal médico hace su trabajo bajo presión y el acceso a determinadas se mantiene al azar, por lo que no se puede establecer una regularidad o frecuencia para la asistencia médica. El CICR comenzó a visitar a los presos en Siria por primera vez en septiembre pasado - incluyendo la prisión central de Damasco- pero no ha podido llevar a cabo nuevas visitas a centros de detención debido a un desacuerdo con las autoridades sirias sobre los términos del CICR.

La Media Luna Roja Árabe Siria anunció a fines de diciembre que iba a suspender todas sus operaciones en Homs, por la escalada de violencia y debido a un incremento en el arriesgo para su personal; muchos de los vehículos del CICR y miembros del personal estuvieron bajo fuego mientras se prestaban los servicios en Homs, de hecho varios funcionarios resultaron heridos cuando una ambulancia fue baleada en septiembre.

La presión internacional sobre Siria comenzará a profundizarse aun más a partir de la semana que viene, cuando el Consejo de Seguridad trate el proyecto de resolución árabe-occidental basado en el plan formulado por la Liga Árabe para el presidente sirio, Bashar Al-Assad transfiera sus poderes a su vice o a un funcionario interino.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Bernard Valero, señaló que el Consejo de Seguridad debe apoyar las decisiones de la Liga Árabe que están tratando de ponerle fin a la represión, a la violencia y encontrar una solución a la crisis política por lo que el objetivo es conseguir la aprobación del proyecto de resolución. El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo en su discurso del Estado de la Unión que Al-Assad pronto descubrirá que las fuerzas del cambio no pueden ser revertidas.

Sergei Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores ruso, dijo que su país sigue oponiéndose a las sanciones a Siria y reiteró su oposición a la intervención militar; sin embargo no está del todo claro si Rusia estaría dispuesta a ejercer su derecho de veto para bloquear este nuevo proyecto de resolución del Consejo sobre Siria ya que no estipula una intervención militar hecho que dejaría a Moscú sin argumento para oponerse.

miércoles, 25 de enero de 2012

EL gobierno de Siria golpea a los rebeldes en Hama


Las fuerzas del gobierno se enfrentaron hoy con desertores del ejército y atacaron los distritos rebeldes en Hama, en el centro de Siria, disparando morteros y desplegando francotiradores con un saldo de siete personas muertas; de acuerdo al grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL), el asalto militar cerca de Hama comenzó la noche del martes y las fuerzas atacaron varios distritos alrededor de Bab Qebli.

Mientras las operaciones por parte del régimen están golpeando a los rebeldes en Hama, los observadores de los Estados del Golfo dejaron el país después que sus gobiernos dijeron que estaban en contra que el derramamiento de sangre y matanza de inocentes continuasen y señalaron que el presidente Al-Assad no estaba interesado en aplicar la iniciativa de la Liga Árabe. Pero Damasco se comprometió a permitir la continuidad de misión de monitoreo -ahora extendida hasta 23 de febrero- para verificar el cumplimiento del plan de paz y los monitores en el terreno coinciden en señalar que la salida de los países del Golfo no tendrán un impacto en el trabajo de la misión –de 170 ahora quedan 120- ya que pronto serán sustituidos por otros, debido a la necesidad de sumar más personal en el terreno.

Pero los Estados del Golfo no han abandonado el asunto sino que están re direccionado el enfoque y ahora la presión se trasladó al Consejo de Seguridad para que tome el plan de la Liga Árabe. La decisión de Siria de extender el término de la misión de observadores, tras la retirada de los Estados Golfo, parece estar diseñada para evitar que la situación sea tratada en el Consejo de Seguridad; de hecho el Ministro del Exterior sirio, Walid Al-Moallem, confía que Rusia mantendrá su posición de meses en el Consejo de Seguridad y no permitirá la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.

Embajadores árabes han mantenido consultas con sus homólogos en la ONU, mientras que el Consejo de Seguridad sería informado por el Secretario General de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, y el Primer Ministro de Qatar, a cargo del Comité para Siria de la Liga, según lo indicó el embajador británico; un diplomático occidental dijo que el Consejo de Seguridad estaba trabajando en una nueva resolución con los miembros árabes, que podían suscitar el apoyo pleno del Consejo a la decisión de la Liga Árabe.

Qatar, Marruecos, EE.UU. y el Reino Unido se encuentran entre las naciones que están tratando de superar la resistencia rusa a imponer sanciones a Siria mediante la promoción de un proyecto de resolución del Consejo que contaría con el respaldo árabe. La medida propuesta "condena la continua y graves violaciones de los DDHH y las libertades fundamentales" de las autoridades sirias y pide que el régimen de AlAssad aplique las resoluciones de la Liga Árabe para una transición política; ayer el Primer Ministro de Qatar, Hamad Bin Al Thani, dijo que se iban a presentar todas las resoluciones árabes al Consejo de Seguridad para que la máxima autoridad en el mundo pueda adoptar una resolución.

Rusia adelantó que seguirá oponiéndose a las sanciones contra Siria e indicó que efectuará ningún cambio en su postura sobre la represión del gobierno del presidente Bashar Al-Assad contra los manifestantes. Sergei Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores ruso, reiteró la oposición de Moscú y pidió que las negociaciones en Naciones Unidas no sea una aprobación "post facto" de las decisiones "unilaterales" de las potencias occidentales, tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía en Moscú.

EE.UU., el Reino Unido, Japón, Italia, Chile, Kuwait y Qatar están entre los 26 países que apoyan una iniciativa para expulsar a Siria del Comité de DDHH y de la UNESCO, una decisión que marcaría la primera vez que dicha Agencia de Naciones Unidas remueve a un miembro. La iniciativa es promovida después que Siria fue elegida en noviembre para integrar un panel de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; una carta firmada por 14 embajadores de la UNESCO insta a "responder a los llamamientos para una acción concertada para hacer frente a la atroz situación de los DDHH en Siria”, UNESCO agregará este punto en la agenda de su reunión del próximo mes.

El plan de la Liga Árabe, que le pide al presidente Bashar Al-Assad su dimisión y delegación de poderes a un interino mientras que un gobierno de unidad se forma como un preludio a la celebración de elecciones libres presidenciales y parlamentarias para elaborar la nueva constitución tiene un punto débil: el acuerdo del presidente Al-Assad para dimitir. Aunque la Liga Árabe ha renovado el mandato de su misión de observación en Siria durante un mes, la misma es probable que no llegue a ningún lado ya que el gobierno sirio no ha demostrado mayor interés en ejecutar acciones que pongan en riesgo su propia supervivencia.

Esta serie de frustraciones por parte de la Liga Árabe ha empujado a algunos de sus miembros a considerar la intervención militar como una opción viable, pero ciertamente esta podría transformarse en una nueva fuente de frustración sino se tiene un plan para el escenario pos Al-Assad. El problema hoy en Siria no es la intervención militar –altamente inviable desde la OTAN y la Liga Árabe- sino la falta de una figura de la oposición que pueda contener las luchas sectarias que podrían emerger luego de la caída del régimen, que pueda representar a las clases medias y sea respetada por los militares.

martes, 24 de enero de 2012

La rusodependencia del gobierno de Siria


Georges Sabra, líder cristiano del opositor Partido Democrático Popular de Liberación, salió de Siria hacia Francia, con el objetivo de que su partido colabore con el Consejo Nacional Sirio (CNS) -el grupo más importante de la oposición- y así trabajar en equipo. Sabra señaló que Burhan Ghalioun, líder del CNS y profesor de sociología en la universidad de París, es perfecto pero él es un académico no un político y no está acostumbrado a trabajar con los demás por lo que se debe renovar la manera en que se toman las decisiones y resolver los problemas.


El partido de Sabra se sumó a la Declaración de 2005 de Damasco por el Cambio Democrático Nacional, un movimiento de oposición que pedía reformas; luego de pasar años en prisión bajo el presidente Hafez Al-Assad, Sabra fue detenido en julio y liberado en setiembre cuando pasó a la clandestinidad. Su salida de Siria fue por Jordania y estuvo ayudado por la embajada de Francia, ya que el régimen sirio no le ha dado documentos desde 1979.

La situación interna en el país no ha mejorado desde que la Liga Árabe anunció el plan de transición y llamó a un gobierno de unidad, la oposición se encuentra dividida entre los sectores que consideran viable la opción y aquellos que solo ven una alternativa más para que el régimen sirio siga ganando tiempo en su intento de disolver las manifestaciones y retomar el control del país. Por ello, los grupos de activistas dentro de Siria rechazaron el plan árabe argumentado que lo propuesto no está ni siquiera cerca de lo que los activistas están demandando en Siria–según un comunicado de la Unión de Coordinadores de la Revolución Siria- y que se iba a continuar hasta lograr la caída del régimen, con la ayuda del Ejército Libre Sirio (ELS).

El plan de la Liga Árabe, para que el presidente Al-Assad deje el poder, fue rechazado por los grupos de la oposición por que ahora tienen una posición de poder diferente y el régimen está siendo acosado en varios flancos a la vez; las fuerzas de seguridad ya no pueden controlar el territorio con la misma efectividad que lo hacían al comienzo de las manifestaciones en marzo y ello se ve reflejado en las dificultades para doblegar ciertos bastiones rebeldes.

Homs, una ciudad de mayoría sunita con más de un millón de habitantes, donde también reside una gran minoría de la comunidad alawita a la que pertenece el presidente Al-Assad, ha registrado algunas de las mayores matanzas de las revueltas incluidas matanzas sectarias. En Homs, los soldados están atrincherados detrás de barreras de arena en las esquinas, la mayoría de las tiendas están cerradas y los residentes están nerviosos; pero ahora son los rebeldes los que controlan la ciudad, un ejemplo de la creciente violencia son los datos suministrados por el director del hospital local, Brig. Gral. Alí Assi, quien señaló que 859 miembros de los servicios de seguridad habían muerto en Homs desde el inicio del levantamiento en marzo y el promedio era de cuatro a cinco asesinados por día, pero en las últimas tres semanas el promedio diario ha subido de 10 a 12.

Desde el poder central, el régimen no ha modificado su posición respecto de recuperar el control de la situación, mediante el uso de la fuerza. Walid Al-Moallem -Ministro de Relaciones Exteriores de Siria- respondiendo a una pregunta de acerca de cuál es la solución para la crisis de Siria y si el régimen sirio iba a luchar hasta el fin o qué, Al-Moallem declaró que "la solución no es en absoluto la iniciativa de la Liga, que ya habían rechazado, sino que es el sirio y se basa en las necesidades de los sirios. En primer lugar, de acuerdo con el presidente Bashar Al-Assad, los planes de reforma y en segundo lugar, un diálogo nacional que también había sido anunciado por el presidente Al-Assad, y que debería aplicarse en breve. En tercer lugar, para hacer frente a grupos terroristas armados”.

Ninguna de las opciones mencionadas por Al-Moallem contemplan un gobierno de unidad, el cese las operaciones ni mucho menos la salida del poder del presidente Al-Assad. La piedra angular del régimen sirio es Rusia y por ello el ministro Al-Moallem confía que Moscú no va a apoyar la injerencia extranjera en los asuntos internos de Siria y esa es la línea roja que no debería cruzarse.

Pero la presión internacional contra Damasco va en aumento. Los 6 Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) han decidido sumarse a la decisión del Arabia Saudita de retirar a sus monitores de la misión de la Liga Árabe de Siria, frente a la negativa del presidente sirio a dimitir y ponerle fin a la ofensiva contra los manifestantes; esta posición supone un duro golpe para la credibilidad de la misión pero principalmente para la Liga Árabe que pierde la representación de seis de sus principales miembros en las misiones de observación y abre el camino para que otros Estados árabes se sumen a la iniciativa.

Rusia es el escudo que protege al régimen sirio de los intentos exteriores de derrocarlos y modera la presión de los grupos opositores sobre las reformas políticas; durante la crisis libia el error de los líderes rusos no fue tomar partido por Gadafi, sino no haberlo apoyado lo suficiente y esperar que éste sobreviviera por sus propios medios.

A principios de este mes, el portaaviones ruso Alte. Kuznetsov atracó en el puerto sirio de Tartus, la única base naval fuera de Rusia, en una señal del compromiso ruso para con Damasco; tan pronto como zarpó la flota de la marina rusa arribó un buque de carga ruso proveniente de Chipre con un cargamento de municiones, burlando las sanciones de la UE sobre Siria. Esta semana, mientras que la Liga Árabe le solicitaba a Al-Assad que entregase el poder a un gobierno de unidad nacional, Moscú anunciaba la venta de 36 aviones de combate -por u$s 550 millones- para la aviación militar siria. Rusia parece que no quiere repetir con Al-Assad lo sucedido con Gadafi, cuando se abstuvo de votar la resolución del Consejo de Seguridad que impuso una zona de exclusión aérea y así facilitó la caída de Gadafi.

El resultado de la experiencia libia fue un fiasco comercial y diplomático ruso, con el nuevo gobierno libio prometiendo castigar a las empresas de Rusia y China por el apoyo de su gobierno al depuesto régimen y viendo como Occidente ampliaba su esfera de influencia en el Mediterráneo. Ahora Rusia difícilmente desee una proliferación de revoluciones árabes con resultados inciertos que afecten sus intereses o debiliten sus aéreas de influencia; Hafez Al-Assad era aliado de los soviéticos y Bashar Al-Assad es aliado de los rusos, pero los nuevos gobiernos en el Medio Oriente ya no dependerán de Moscú, por lo que será imperioso para Rusia sostener a los históricos.

lunes, 23 de enero de 2012

Siria, entre Yemen y Libia


Los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe, luego de la reunión de ayer, propusieron al presidente Al-Assad que entregue el poder a un funcionario interino y establezca un nuevo gobierno de unidad, algo similar a la iniciativa propuesta por los países del Golfo para Yemen lo que determinó que el presidente Ali Abdullah Saleh llegase a un acuerdo para entregar el poder a cambio de su inmunidad; además la propuesta de la Liga Árabe prevé la creación de un gobierno de unidad como un preludio de las primeras elecciones parlamentarias y presidenciales sirias.

La nueva propuesta se produjo después que los monitores de la Liga Árabe, que operaban en Siria desde finales de diciembre, encontraron que Al-Assad no había cumplido plenamente con el anterior plan para ponerle fin a la violencia, retirar las tropas de las zonas urbanas, liberar a los detenidos por causas políticas y permitir las manifestaciones. Pese a las críticas por el fracaso de los monitores para ponerle fin a las muertes, los ministros de RREE acordaron ampliar la misión, ampliarlo y aumentar su apoyo técnico y logístico con la colaboración de ONU para capacitar a los monitores.

Sin embargo la decisión fue objetada por Arabia Saudita, que amenazó con retirar sus propios monitores y exhortó a la comunidad internacional para que ejerza "toda la presión posible" sobre Damasco. El príncipe Saud Al-Faisal señaló que el gobierno sirio no había ejecutado ninguno de los puntos del plan de resolución árabe y le solicitó a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad, y eso incluye a los Estados islámicos, Rusia, China, Europa y EE.UU.

La reunión de la Liga Árabe dejó a la luz las profundas divisiones entre los 22 estados miembros sobre una decisión para Siria, esta situación ha complicado los esfuerzos de la Liga para arribar a una posición firme y adoptar una propuesta concreta y por ello en un primer momento se especulaba con una ampliación de las misión de observación y luego se optó por el plan de delegar el poder a un gobierno interino.

Las divisiones de la Liga Árabe responden también a las internas dentro del mundo árabe. Qatar y Arabia Saudita -rivales regionales de Siria y de su aliado Irán- desean una medida decisiva contra el régimen de Al-Assad; primero la posición del Primer Ministro qatarí, Sheikh Hamad, sobre la necesidad de enviar tropas árabes para frenar "la máquina de matar” y luego la amenaza saudita de retirar sus observadores son una señal que la línea sunita quiere ver el fin de los alawitas en Damasco.

Por ello no llama la atención que Líbano -cuyo gobierno se encuentra dominado por el pro iraní Hezbollah- y Argelia –donde el régimen observa con preocupación el devenir político del Medio Oriente- se opusieran a la propuesta de la Liga Árabe.

Las sugerencias de enviar expertos de las Naciones Unidas para apoyar a los observadores árabes en el terreno tampoco avanzó y Siria señaló que aceptaría una extensión de la misión de observadores, pero no una ampliación de su alcance. Además el Consejo de Seguridad -al igual que la Liga Árabe- también está dividido acerca de cómo enfrentar la situación siria; por un lado los países occidentales proponen endurecer las sanciones y quieren un embargo de armas; mientras que Rusia -aliado de Siria- prefiere que sean los sirios quienes negocien una solución internamente, y China no quiere que la cuestión sea decidida por el Consejo de Seguridad.

El Consejo Nacional Sirio (CNS), el grupo de oposición más importante, si bien presionó en El Cairo para una intervención de la ONU pero dio la bienvenida a la declaración de la Liga sobre una transición y su intención de buscar el apoyo de la ONU; sin embargo Burhan Ghaliun, líder del CNS, insistió que cualquier transición en Siria debe ser precedido por el anuncio de la salida de Al-Assad.

Otro grupo de la oposición, el Comité de Coordinación Local (CCL), sin embargo dijo que el plan era "inalcanzable" debido a la falta de un mecanismo para implementar esas medidas y que sólo le daría tiempo al régimen para llevar a cabo una mayor represión. El CCL considera la ampliación de la misión será como "otro plazo para la máquina de matar del régimen y una forma de apoyo a la represión de la Revolución, mientras la sociedad siria está siendo borrada."

La Hermandad Musulmana fue menos displicente y destacó que esta iniciativa refleja la gravedad de la situación y merece un estudio cuidadoso en el contexto del logro de las demandas del pueblo por la justicia, la libertad y la dignidad; la Hermandad forma parte del CNS y tal vez por ello destaque la importancia de la propuesta que Al-Assad entregue el poder a una instancia interina.

Como era de esperar, el gobierno sirio rechazó la propuesta de la Liga a la que calificó de una "conspiración" que apunta a la dimisión del presidente Bashar Al-Assad y la consideró una violación de su soberanía nacional y una flagrante interferencia en sus asuntos internos. Si bien Damasco no ha rechazado la decisión de mantener a los observadores árabes en Siria un mes más, si ha criticado duramente el "desequilibrio" al momento de abordar y evaluar la cuestión de la violencia, sin tener en cuenta los actos perpetrados por los opositores al régimen sirio.

Lo cierto es que la Liga Árabe el domingo tenía tres opciones posibles: ponerle fin a la misión de observación y retirarse del escenario sirio mientras éste se deteriora más; extender el mandato e intentar una profundización con asistencia de Naciones Unidas que iba a ser vetado por Damasco o remitir las acciones y el informe al Consejo de Seguridad –algo solicitado por algunos grupos de la oposición y países occidentales- y enfrentar el veto ruso o chino. Por ello, la decisión de la Liga, sobre extender el mandato combinado con la iniciativa de una transición, es fruto de los desacuerdos entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y de la Liga Árabe.

Pero la iniciativa, en el fondo, no es una mala opción si se considera que estipula la creación de nuevo gobierno de unidad dentro de dos meses y elecciones -tres meses después- para formar un órgano constituyente que redactará la nueva constitución y ésta será sometida a referéndum. Ahora la presión la tiene el régimen sirio, ya que en el fondo la propuesta es lo que ha venido anunciando de manera oficial –elecciones, nueva constitución, etc.- pero principalmente guarda grandes similitudes con la iniciativa de Rusia, presentada al Consejo de Seguridad la semana pasada; de allí que si el régimen sirio no cumple con la iniciativa de la Liga tampoco lo haría con la rusa, con lo cual limitaría severamente su capacidad política de maniobra.

El régimen sirio se enfrenta a una decisión fundamental: la adopción de una salida similar al acuerdo alcanzado en Yemen, donde el presidente Abdullah Saleh entregó el poder a un gobierno interino a cambio de inmunidad judicial –si bien la propuesta para Siria de la Liga Árabe no menciona la inmunidad- y garantiza una transición sin mayores sobresaltos; o se elige el modelo libio, de combatir hasta las últimas instancias, cuyo final ya es conocido.

sábado, 21 de enero de 2012

¿La Liga Árabe va a ampliar su misión de observación en Siria?


La violencia continua en Siria mientras la Liga árabe analiza en El Cairo la situación del país, a la luz del informe de la misión de observación de 30 días, y evaluará mañana los pasos a seguir para estabilizar el escenario sirio y frenar la creciente ola de violencia de ambos bandos.

La agencia estatal de noticias de Siria (SANA), informó que un grupo terrorista realizó dos explosiones en la carretera que une las ciudades de Idlib y Ariha, matando a 14 prisioneros e hiriendo a 26, además 6 guardias de la policía resultaron heridos de un convoy que se trasladaba a bordo de vehículos blindados. En otros lugares de la provincia de Idlib, soldados se enfrentaban con desertores del ejército que se han unido a la insurgencia y en Jebel al-Zawiya los cuerpos de tres soldados fueron encontrados cerca de la aldea de Babolin.

Según fuentes diplomáticas, todo parece indicar que la Liga va a ampliar su misión de observación en Siria, debido a la falta de un consenso árabe y a una decisión internacional sobre la manera de detener la violencia en el terreno. Aunque el general sudanés Mohammed Al-Dabi -jefe del equipo de observación- presentará hoy su informe al comité de la Liga para Siria y mañana se consideran las medidas a seguir, hasta hoy todo parece indicar que se renovarían las misiones, sin embargo no se precisó si con el mismo formato o habrá modificaciones.

El gobierno de Siria está interesado en evitar una acción más dura por la Liga Árabe o Naciones Unidas, por lo que ha tratado de demostrar que está cumpliendo con el plan que exige un alto a la violencia y por ello ordenó la retirada de los militares de las calles, la liberación de los detenidos, ha permitido el acceso de los monitores, los medios de comunicación y ha abierto un diálogo político con los grupos de oposición. Pero la oposición considera que estas medidas no fueron cumplidas honestamente y muchas fueron solo realizadas en apariencia para que los observadores las vean y luego todo volvió a ser como era antes; Burhan Ghalioun, jefe del opositor siria Consejo Nacional Sirio (CNS), también en la capital egipcia se reunirá con miembros de la oposición y los funcionarios de la Liga Árabe para exigir que el caso de Siria sea referido al Consejo de Seguridad de la ONU, con la meta que éste sancione una resolución para establecer una zona de seguridad e imponer una zona de exclusión aérea en Siria.

Occidente sigue manteniendo una postura muy crítica sobre el régimen sirio, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, denunció el viernes la feroz represión que Al-Assad hace contra de su pueblo; pero no han podido superar la oposición de China y Rusia a cualquier resolución del Consejo de Seguridad que condene a Siria o la imposición de sanciones como las propuestas por el CNS.

EE.UU. y la UE han endurecido sus sanciones económicas esta semana, pero no han demostrado ningún deseo de organizar una intervención militar al estilo de Libia para ayudar a los opositores de Al-Assad, tanto a los insurgentes como los manifestantes pacíficos. El jefe del Comité Militar de la OTAN, General Knud Bartels, señaló al finalizar el foro “Diálogo Mediterráneo de la OTAN” -que reúne a Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Túnez- que existe una preocupación por la agitación en la región, pero no hubo una discusión sobre una intervención militar directa de Siria y que de hecho no hay planificación al respecto.

Pero la opción propuesta por el Primer Ministro de Qatar, Sheikh Hamad bin Khalifa al Thani, quien encabeza el comité sobre Siria de la Liga Árabe de enviar tropas árabes a Siria -debido al fracaso de la misión de observadores- todavía no ha sido discutida en la reunión. Sheikh Hamad es el primer líder árabe en sugerir públicamente la intervención militar en Siria.

EEUU. advirtió en un comunicado del Departamento de Estado que podría cerrar su embajada en la capital de Siria, debido a la deteriorada situación de seguridad, la decisión todavía no se ha tomado; pero se envió una solicitud al gobierno sirio donde se pide que tome medidas concretas en los próximos días para proporcionar medidas de seguridad adicionales a la sede diplomática. La Casa Blanca volvió a pedirle al presidente Bashar Al-Assad que detenga la ofensiva contra los manifestantes y renuncie, diciendo que su fin es inevitable; el portavoz Jay Carney dijo a periodistas en Washington que el presidente sirio mantiene el poder pero se le está escapando.

Los críticos apuntan que los monitores árabes sólo han servido para darle cobertura diplomática al presidente Al-Assad para que llever a cabo un incremento de la represión contra sus oponentes y trate de estabilizar al país desalentando a los manifestantes a lo largo del país; ciertamente desde que llegaron los observadores a Siria la tasa de muertes no bajó, sino que se incrementaron notablemente y de allí la renuencia de la oposición para que se establezca una segunda ronda de observadores.

Si bien las autoridades sirias han liberado a cientos de detenidos, se anunció una amnistía y se llegó a un transitorio acuerdo de alto el fuego con los rebeldes armados al norte del país, muchas de estas medidas son cosméticas y no apuntan al fondo de la situación, por ejemplo se liberaron 32.000 detenidos por las manifestaciones, pero quedan aproximadamente unos 65.000 y todos los días se producen nuevas detenciones.

El régimen sirio y la oposición se encuentran en un punto muerto y dependerá de la decisión de la Liga Árabe o algún otro organismo internacional la solución de la situación, pero sin lugar a dudas, lo más preocupante es el tiempo que se demora la resolución y el consiguiente incremento en la cantidad de víctimas.

viernes, 20 de enero de 2012

El Consejo Nacional Sirio pedirá el envío de Siria al Consejo de Seguridad


La violencia estalló el viernes en Siria, un día después que los monitores árabes completaron su misión de un mes, al finalizar las oraciones en las mezquitas que preceden a las manifestaciones a favor y en contra del presidente Bashar Al-Assad. Las fuerzas de seguridad impidieron las oraciones en la mezquita Omari, en la ciudad de Daraa -cuna de las manifestaciones- por quinta vez consecutiva; el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de una fuerte presencia de seguridad alrededor de las mezquitas en la ciudad portuaria de Latakia y que en la provincia de Idlib, las fuerzas de seguridad devolvieron los cuerpos de seis personas que habían desaparecido dos días antes.

El Consejo Nacional Sirio (CNS) con sede en Estambul, dijo que su líder, Burhan Ghalioun, y varios miembros del CNS se reunirán con el Secretario de la Liga Árabe, Nabil Elaraby y los ministros de Relaciones Exteriores árabes para tratar de convencerlos que refieren el caso de Siria a las Naciones Unidas.

El CNS también buscaría un informe duro de la Liga Árabe sobre la violencia en Siria, en particular, el comunicado del CNS sostiene que se pedirá a la Liga Árabe exponer y condenar los actos de genocidio y crímenes de guerra en Siria. El CNS tiene como objetivo que la ONU establezca una zona restringida en Siria -similar a la de Libia- seguida por una zona de exclusión aérea y ataques militares contra las fuerzas del presidente Al-Assad; la insurgencia liderada por el Ejército Libre Sirio (ELS) se está consolidando en algunas áreas y la oposición pacífica se está volviendo una lucha armada.

Human Rights Watch dio a conocer hoy una carta pública dirigida a la Liga Árabe y los cancilleres árabes donde se les pide la publicación en su totalidad del informe final de la misión de observación en Siria e insta al Consejo de Seguridad que imponga sanciones específicas para detener la matanza en curso; Human Rights Watch ha documentado violaciones por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y los pasos del gobierno sirio para interferir con el trabajo de la misión, incluyendo la detención de un manifestante herido el 1 de enero de 2012. Human Rights Watch instó concretamente a la Liga Árabe a trabajar con el Consejo de Seguridad e imponer un embargo de armas a Siria, sanciones contra los individuos responsables de graves violaciones, el acceso sin trabas a las misiones humanitarias, periodistas extranjeros y organizaciones independientes de DDHH, un llamado al gobierno sirio para que coopere con la Oficina del Alto Comisionado para DDHH (ACNUDH) en el establecimiento de una presencia de vigilancia de los DDHH en Siria y referir los casos de Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).

Los activistas han establecido como lema principal de las protestas semanales "Libertad a los prisioneros de la Revolución" e instan a los sirios a salir a las calles para exigir que el gobierno cumpla con su promesa a la Liga Árabe de liberar a decenas de miles de personas arrestadas desde que las protestas comenzaron en marzo pasado.

Mañana se reunirán los Ministros árabes de Relaciones Exteriores en la sede la Liga Árabe de El Cairo para decidir si extienden la misión por un mes más o aplican acciones más duras contra el régimen sirio, cuya represión no ha cesado aun con los observadores en el terreno. La misión, la primera en su tipo de la Liga, ha sido muy criticada desde el principio debido a su reducido número, a las limitaciones para el acceso a observar correctamente en amplios sectores, a la presencia de observadores con dudoso pasado en materia de DDHH y a la falta de profesionalismo en sus procedimientos.

Estos antecedentes han dividido a los activistas y grupos de DDHH –antes de conocerse el informe- entre los que inicialmente apoyaron a los monitores y ahora sostienen que se debe abandonar la misión y referir el caso al Consejo de Seguridad frente a los que desean la continuidad de la Liga y rechazan la intervención extranjera.

jueves, 19 de enero de 2012

El domingo se tratará el informe de misión de observadores árabes a Siria


Ahmed Ben Helli, jefe adjunto de la Liga Árabe, dijo que será decisivo el informe de los monitores que evaluar la cooperación de Siria con la misión, aunque ya se tomó nota de las dificultades que los observadores han tenido para el acceso a los puntos calientes de Siria; Helli señaló que se estaba en un punto de inflexión, mientras se aguarda el informe completo de la misión de observadores árabes que se presentará este jueves, al cabo de un mes desde la firma del acuerdo con Siria. Se espera que el informe tenga un carácter decisivo, durante la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores árabes, que oirán el informe de la misión este fin de semana y el domingo se decidirá si se debe buscar un nuevo acuerdo con Damasco para extender otro mes más las misiones en el terreno.

Antes de conocerse el informe completo, las posiciones respecto de la situación en Siria y las acciones que deberían emprenderse al respecto son variadas y van de un extremo al otro. El Primer Ministro qatarí, Sheik Hamad bin Jassim Al-Thani quién además preside el comité de la Liga Árabe para Siria, ha presionando para que la misión de observadores sea reforzada con el despliegue de tropas árabes para el mantenimiento de la paz; la propuesta aunque no está formalmente en la agenda del domingo podría ser discutida en la reunión.

Por su lado Naciones Unidas estima que los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los insurgentes ya han dejado más de 5.400 muertos desde que estalló en marzo y hay más de 400 muertos desde que los observadores fueron desplegados el 26 de diciembre. El canciller francés, Alain Juppé, dijo que estaba claro que la misión de observación está en dificultades, no se les permite trabajar y agregó que el informe de los observadores debe ser presentado al Consejo de Seguridad de la ONU para la acción futura; pero Liu Weimin, portavoz de la cancillería china, dijo que desde que la misión de la Liga Árabe comenzó, la violencia en Siria no se ha terminado pero la situación de seguridad de las principales áreas ha mejorado, lo que demuestra que la misión es eficaz.

Esta semana, una intensa actividad diplomática tuvo lugar: la visita del Primer Ministro qatarí, Sheik Hamad bin Jassim Al-Thani, a la Secretaria de Estado Hillay Clinton; la reunión del presidente Obama con el Rey de Jordania, Abdullah II; la gira del Secretario General de ONU, Ban-Kimoon a Líbano y Emiratos Árabes Unidos y la visita de Qasem Soleimani -jefe del Cuerpo de elite Fuerza Al-Quds de la Guardia Revolucionaria iraní- a Damasco hacen suponer que el régimen sirio se encuentra en una fase decisiva.

A esta ronda de actividad diplomática se suma que la UE amplicará un nuevo régimen de sanciones a Siria, sumando a 22 individuos y a 8 empresas a su lista existente de sancionados de 120 personas y empresas que se les impuso una congelación de activos en la UE y la prohibición de viajar a los países de la UE. Se espera las medidas sean anunciadas el lunes, durante la reunión de los cancilleres de la UE en Bruselas, y todavía no han trascendido las identidades de los nuevos afectados por las sanciones.

Irán está vendiendo el crudo sirio en nombre de Siria para ayudar al presidente Bashar Al-Assad, se estima que el mes pasado unas 91.000 toneladas métricas de crudo sirio fueron enviados a Irán para su venta en los mercados internacionales; en tanto el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció que inspeccionará el seguro y matriculación de los buques tanque que transportan petróleo, para evitar las violaciones al bloqueo.

Aunque el presidente Al-Assad intente el camino de mercados alternativos a su petróleo y busque la autosuficiencia frente a la creciente ola de sanciones que restringen la economía siria, el ahogamiento es inevitable en el mediano plazo. El escenario macroeconómico para este año es oscuro ya que el país no dispondrá de la inversión extranjera y los capitales árabes, el turismo se ha reducido a cero, las sanciones de EE.UU. y la UE que bloquean las transacciones financieras internacionales privan al régimen sirio de la obtención de divisas ya recortadas por el bloqueo de la UE a las compras de petróleo; la debacle financiera también ya ha comenzado con la devaluación de la libra siria y la suspensión de las tarjetas de crédito.

La sociedad siria comienza a ver de primera mano los efectos de las manifestaciones, la creciente militarización de las calles ha cambiado el cariz del levantamiento pacífico inspirado en las acciones de Túnez o Egipto y comienza a asemejarse más a Libia; las expectativa ahora giran en torno a un incremento de la violencia a partir de la aparición del Ejército Libre Sirio (ELS). La composición inicial del ELS era en gran parte derivada de desertores del ejército, pero ahora también la gente está engrosando sus filas frente a la creciente violencia estatal. Sin embargo la sociedad está fragmentada en los diferentes grupos religiosos-étnicos: los cristianos -históricamente leales a Al-Assad- están preocupados por el matiz salafista de las manifestaciones; los alawitas intentan cerrarse en torno a Damasco y los sunitas comienzan a dejar el ejército.

El Estado sirio ya no funciona adecuadamente y se puede ver cómo está implosionando en cámara lenta, la corrupción que históricamente afectó a estructura estatal ahora tiene su correlato en las manifestaciones: los detenidos son liberados por sobornos, con lo que cual se ha perdido el control central del sistema carcelario; parte de las armas -provenientes de Líbano- en poder de los rebeldes fueron vendidas por personal del ejército en connivencia con los funcionarios de aduana y funcionarios gubernamentales han estado destruyendo los registros de documentos fuera de los libros de pagos.

La ecuación de la situación siria ha cambiado drásticamente desde sus inicios en marzo. El régimen ha perdido las variables económicas, el factor psicológico del miedo y la capacidad de disuasión en la sociedad; hoy no se puede predecir con exactitud cuánto más durarán las manifestaciones o si se sostendrá la voluntad social de estar en las calles, ya que de hecho, la situación está en un punto muerto: la sociedad no puede derrocar al régimen pero el régimen tampoco puede reprimir más de manera indefinida.

miércoles, 18 de enero de 2012

La lucha en Siria se encuentra en un callejón sin salida


Siria puede dejar que los monitores árabes se queden en el país después que su misión expire el jueves, pero los opositores del presidente Bashar Al-Assad dicen que el Consejo de Seguridad debe intervenir para poner fin a la violencia. Una fuente de la Liga Árabe dijo que Damasco acepta una prórroga de un mes a la misión de vigilancia, pero no la ampliación de su mandato; los grupos críticos del régimen dicen que los observadores sólo han proporcionado a Al--Assad una cobertura diplomática y más tiempo para aplastar a sus oponentes.

Los Ministros de Relaciones Exteriores árabes, que deberán evaluar el siguiente paso esta semana, están divididos sobre cómo manejar Siria mientras que el Consejo de Seguridad, que no ha adoptado ninguna posición. El presidente Barack Obama, después de reunirse con el rey Abdullah II de Jordania en Washington, ha vuelto hacer un llamado para un cambio de gobierno diciendo que el nivel de violencia en Siria era inaceptable; la semana pasada la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, se reunió con el Primer Ministro qatarí, Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani, y todo parece indicar que se prepara un movimiento importante.

El comandante rebelde del Ejército Libre Sirio (ELS), Riad Al-Assad, solicitó la intervención internacional para reemplazar la misión de observadores de la Liga ya que si bien “respetamos y apreciamos a nuestros hermanos árabes por sus esfuerzos la Liga Árabe y sus monitores han fracasado en su misión y creemos que son incapaces de mejorar las condiciones en Siria o resistirse a este régimen. Por eso hacemos un llamado a ellos sobre la cuestión sea remitida al Consejo de Seguridad de la ONU y pedimos que la comunidad internacional intervenga".

La Liga podría pedir al Consejo de Seguridad que actúe, pero hasta ahora Rusia y China han vetado los proyectos de resoluciones que dispongan una intervención armada en Siria.

Rusia ha hecho circular esta semana su propio proyecto de resolución que crítica ambos lados en el levantamiento, pero el Consejo de Seguridad no ha sido capaz de acordar una resolución sobre Siria desde que comenzó el levantamiento y en octubre de 2011, Rusia y China vetaron un proyecto que condenaba los ataques contra los manifestantes y las amenazas. El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que Rusia no sería capaz de evitar la intervención militar, pero que si vetaría cualquier resolución en el Consejo de Seguridad que lo autorice.

China, por su parte defendió la misión de observadores de la Liga Árabe argumentando que "la situación de seguridad de las principales áreas ha mejorado" desde que llegaron al terreno; Liu Weimin, el portavoz de la cancillería china, señaló que China llama a todas las partes en Siria a cooperar plenamente con la Liga Árabe en sus esfuerzos de mediación y China apoya la solución de la cuestión de Siria en el marco de la Liga Árabe.

Diplomáticos occidentales aducen que el proyecto de resolución ruso entregado al Consejo el lunes no deja en claro si Moscú aceptará un lenguaje más duro, exigido por Occidente; el Viceministro de Relaciones Exteriores francés, Romain Nadal, describió al último borrador de Moscú como decepcionante ya que después de un mes de silencio el texto presentado por Rusia está muy lejos de responder a la realidad en Siria.

Lo cierto es que pocas potencias occidentales están dispuestas a una acción militar como sucedió en Libia -ya que además de los costos económicos- Siria se encuentra en el centro del Oriente Medio en una zona propensa a los conflictos y limita con Líbano, Turquía, Jordania, Irak e Israel, además es aliado de Irán y de Hezbollah. Estas implicancias geopolíticas alteran drásticamente la ecuación de una intervención y la vuelven incierta sobre sus verdaderos logros, además no garantizaría que la sociedad siria estaría mejor ya que no hay una oposición lo suficientemente unificada para hacerse cargo del poder con apoyo popular.

Un dato que llama a la reflexión es la frágil tregua acordada en Zabadani, cerca de la frontera con Líbano; las tropas habían atacado la ciudad apoyadas por tanques atacaron en la mayor ofensiva militar contra los insurgentes desde los monitores árabes llegaron al país y aunque el ejército sigue en la zona se acordó que las fuerzas de seguridad se retirarían y los rebeldes armados abandonarían las calles y los bloqueos de carreteras. El ejército sirio ya no puede doblegar facilmente a una población como lo hacia semanas atrás, mientras que los rebeldes están dificultando las operaciones en contra de los opositores.

El análisis más lúcido de la actual situación lo hizo Michel Kilo -escritor disidente que pasó seis años encarcelado- al señalar que la lucha en Siria se encontraba en un callejón sin salida, ya que el régimen no puede impedir que la gente proteste y la gente no puede tirar abajo el régimen.

martes, 17 de enero de 2012

Siria sorprendida por el pedido de enviar tropas árabes


Una fuente oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados declaró que Siria está sorprendida por las declaraciones de funcionarios de Qatar donde se pide el envío de fuerzas árabes a Siria y rechazó categóricamente este tipo de pedidos ya que agravarían la situación, impiden las acciones árabes conjuntas y abrirían las puertas para la injerencia extranjera en los asuntos de Siria. La fuente oficial también afirmó que el pueblo sirio se siente orgulloso de su dignidad, soberanía, rechazan toda forma de injerencia extranjera en sus asuntos con cualquier pretexto y se enfrentarán a cualquier intento de socavar la soberanía de Siria y su integridad territorial.

La fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores agregó que durante un tiempo Siria puso en práctica los compromisos asumidos de acuerdo con el plan de la Liga Árabe, además Siria reiteró el llamado a los países árabes y a la Liga Árabe para hacer esfuerzos tangibles en la detención de las campañas de instigación y la movilización de los medios de comunicación que apuntan a agravar más la situación en Siria y facilitan la infiltración de los terroristas y el contrabando de armas al territorio sirio.

Los Ministros de Relaciones Exteriores árabes tendrán una reunión el domingo donde se discutirá la propuesta del Primer Ministro qatarí, Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani, de enviar tropas árabes a Siria para tratar de detener la violencia en el terreno. La reunión programada para el 22 de enero en El Cairo -un día después que el comité de la Liga Árabe para Siria se reúna- y se evaluará o tratará de hacer un juicio acerca de la sugerencia.

Los ministros de Relaciones Exteriores iraquíes y de los Emiratos dijeron que los observadores que enviaron a Siria como parte de una misión de la Liga Árabe para supervisar un alto el fuego y se supone que se siguen con su trabajo; pero el ministro de Relaciones Exteriores de Irak dijo que el tema de las tropas árabes va a estar en la agenda y se han producido algunas sugerencias.

La misión de observación de Liga Árabe no ha frenado la violencia en el terreno ni siquiera frente a los mismos observadores quienes sufrieron ataques en Latakia cuando se trasladaban en vehículos identificados. La situación de hecho a empeorado con desde la llegada de la misión de la Liga; ahora la misma Liga tendrá que decidir su próximo paso ya que el mandato de las misiones expira el jueves.

Las posiciones al respecto están divididas y los sectores más críticos de la misión sostienen que un mes de duración investigación ha hecho que la situación en Siria empeore y ha hecho muy poco para detener la violencia mientras que el régimen sirio compró más tiempo para continuar una ofensiva contra los opositores; pero otros sectores argumentan que los monitores han hecho algún avance, se opondrán a su retirada y -de hecho- pedirán aumentar el número de monitores a 3000 e incluirán algunos elementos de seguridad con capacidad de detener las operaciones violentas.

La Liga Árabe no solo enfrenta la decisión de prolongar el mandato para nuevas misiones de observación en Siria, sino que también enfrenta la decisión de adoptar nuevas sanciones frente a la instancia que el informe que será presentado el sábado señale violaciones por parte del régimen sirio. Por otra parte si la Liga no se pone de acuerdo sus propias medidas, los Estados árabes estarán bajo una creciente presión internacional para darle luz verde a medidas más amplias internacional, pero Occidente no ha mostrado hasta mucho interés para montar una intervención como la que ayudó a derrocar a Gadafi en Libia.

Esta instancia estaría tomando forma ya que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene programada una sesión para hoy donde se discutirá un nuevo proyecto de resolución propuesto por Rusia -tercero que Moscú ha presentado en el último mes- después de semanas de críticas rusas por la lentitud de las negociaciones, pero diplomáticos occidentales no se han mostrado sorprendidos y han señalado que el proyecto tiene "pequeños ajustes" y busca "ganar tiempo".

El proyecto revisado incorpora algunas propuestas presentado por los países occidentales, pero todavía evita algún tipo de presión directa sobre el régimen del presidente Bashar Al-Assad, a quien EE.UU. y la UE acusan de continuar su violenta represión contra la disidencia política. El documento incluye los pedidos de Francia para que el gobierno sirio "cese todo acto de violencia y ponga en libertad a todos los detenidos, debido a los recientes incidentes, también incluye la propuesta conjunta de Francia y Portugal para que Siria permita que los medios de comunicación internacionales y organizaciones humanitarias ingresen al país.

Pero el punto más importante del proyecto ruso es la reiteración sobre "la necesidad de resolver la crisis actual en Siria pacífica, descartando cualquier intervención militar desde el exterior", el ministerio de Relaciones Exteriores ruso considera que el enfoque occidental difiere radicalmente del suyo ya que las medidas presentadas por occidente están destinadas a derrocar el régimen de Al-Assad

La mayor parte de la presión internacional sobre Siria no es de la Liga Árabe, o EE.UU. o la UE sino que proviene de Rusia, su principal aliado; Moscú está haciendo malabares para armonizar las demandas de la comunidad internacional que desea una intervención que corte de raíz al régimen sirio y por otra parte Moscú no ignora que la posición autoritaria del régimen de Al-Assad es insostenible en el tiempo. En la hipótesis rusa, el Estado sirio debe ser democratizado de alguna manera en lugar de ser eliminado –como sucedió con el régimen de Saddam Hussein en 2003- ya que de hacerlo el país sucumbiría en el caos y las funciones básicas como la posibilidad de sostener elecciones democráticas, controlar las fronteras, la seguridad policial, el manejo de la economía y otras dejarían de funcionar de la noche a la mañana.

Rusia -a diferencia de EE.UU.- tiene una mejor evaluación de la situación en Siria, mientras que EE.UU. está enfrascado en la dimisión de Bashar Al-Assad pero no ha mostrado un plan de transición, Moscú ha presentado un plan escalonado de reformas para los próximos 3, 6 y 12 meses a partir de ahora. La postura de Rusia no es casual y responde al deseo de mantener su influencia política y militar en el mundo árabe, a través de Siria, frente al avance regional de EE.UU. y Turquía; si el régimen sirio cae y Rusia no ha consolidado su posición dentro del país se verían comprometidos sus intereses como por ejemplo el puerto sirio de Tartus, la única base de la Armada rusa en el Mar Mediterráneo.

lunes, 16 de enero de 2012

Ban Ki-moon le pidió al presidente de Siria que "deje de matar a su pueblo"


El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó al presidente de Siria Bashar Al-Assad a detener la violencia en contra los manifestantes y dijo que el "viejo orden" de las dinastías y de un solo hombre, en el mundo árabe, estaba llegando a su fin; Ban, en una conferencia en el Líbano sobre la reforma política, señaló que desde el comienzo de las revoluciones, desde Túnez a través de Egipto y más allá, los líderes deben escuchar a su gente, algunos lo hicieron, y se han beneficiado mientras que otros no lo hicieron y hoy están cosechando el torbellino.

El presidente Al-Assad sucedió a su padre en el poder cuando éste murió en 2000, si bien prometió una elección parlamentaria y una nueva constitución a finales de este año, el domingo declaró una amnistía general por delitos cometidos durante el levantamiento pero la sociedad siria demanda cambios más profundos que implican el retiro del gobierno de Al-Assad. Por ello Ban señaló que el antiguo orden del Medio Oriente se está derrumbando –simbolizado por gobiernos unipersonales, perpetuación de dinastías familiares, los monopolios de la riqueza y silenciamiento de los medios de comunicación- aunque advirtió que la transición hacia la democracia sería difícil y requiere una verdadera reforma, el diálogo incluyente, un papel adecuado para las mujeres y una solución para millones de jóvenes que buscan trabajo.

En una parte de su discurso Ban Ki-moon le pidió al presidente Al-Assad que "deje de matar a su pueblo" ya que la represión es un callejón sin salida, a lo que el líder sirio respondió con una amnistía para los "crímenes" cometidos durante los 10 meses de revueltas en contra del régimen; la amnistía propuesta se ejecutará a finales de enero, y alcanza los desertores del ejército y las personas que poseían armas ilegales o habían violado las leyes de protesta pacífica.

Pero los opositores al régimen dijeron que la amnistía no tenía sentido porque la mayoría de los detenidos permanecieron recluidos sin cargos en instalaciones de la policía secreta o instalaciones militares sin el debido proceso o de la documentación legal. El grupo opositor Avaaz, dijo el 22 de diciembre, que al menos 69.000 personas habían sido detenidas desde el comienzo de la sublevación, de los cuales 32.000 habían sido liberados dentro de los términos del plan de paz de la Liga Árabe, que también llamó a poner fin al derramamiento de sangre, la retirada de las tropas y los tanques de las calles y un diálogo político.

Esta amnistía propuesta por Al-Assad no es la primera de su tipo, ya que se han emitido varias desde el inicio de las protestas, pero grupos de la oposición dicen que miles de personas siguen tras las rejas y muchos han sido torturados o maltratados. Además las operaciones contra los opositores continúan como sucedió en Zabadani, ciudad rebelde que fue atacada por tanques y soldados el viernes, donde los grupos de DDHH denunciaron la presencia de buses verdes usualmente utilizados para los traslados masivos de detenidos y presos.

Las opciones sobre Siria para frenar la violencia son muchas, pero todas tienen un cierto aspecto adverso que las hace difíciles de operar en el terreno. La propuesta del Primer Ministro de Qatar, sobre el envío de tropas árabes a Siria, no viable en principio ya que solo el Consejo de Cooperación del Golfo lo haría y no participarían países como Egipto o Líbano por lo que esta opción es poco probable que gane apoyo en el corto plazo. La propuesta del Secretario General de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, de ampliar la misión de dos semanas es otra opción pero es extremadamente impopular e improductiva si se tiene en cuenta que el régimen continuó operando aún con los observadores en el terreno.

La opción propuesta por Rusia y que ha sido recogida por Irak, basada en la iniciativa que ayudó a negociar un acuerdo para poner fin pacíficamente al régimen de Ali Abdallah Saleh en Yemén, donde se le ofreció inmunidad a Saleh a cambio de una transición de poder no resulta del todo viable ya que difícilmente el régimen sirio deje el poder mientras tenga acceso al uso de la fuerza –garantizado por sus unidades alawitas-.

Las propuesta lanzada por Turquía, sobre la creación de una zona desmilitarizada en la frontera con Siria para proporcionar refugio seguro a los civiles que desean escapar de la violencia, cuenta con el apoyo de varios sectores de la oposición siria pero no se explica que Estado cargaría con la responsabilidad de custodiar de manera efectiva esa zona ni el mandato que tendría en caso de una violación de la misma por parte del régimen sirio.

Las opciones que contemplan sanciones económicas, aún un endurecimiento de las ya existentes, por parte de países occidentales y árabes contra Siria tienen puntos de fuga –Rusia, China, etc.- por los cuales el régimen sirio está evitando el ciento por ciento de las presiones económicas; por otra parte, la economía siria está sintiendo el peso de las sanciones pero un impacto notorio que paralice al Estado solo se conseguirá en el mediano a largo plazo mientras que la violencia continua.

El problema sobre Siria es uno y tiene dos fases. El problema es que una caída abrupta del régimen abriría la puerta a una guerra civil religioso-étnica en un país de donde la minoría alawita gobernó por décadas con mano dura a una mayoría sunita con ayuda de grupos satélites, los sunitas no va a ser condescendiente si toman el poder con todos ellos.

Las fases del problema son dos. La primera fase viene dada por quien tomará la iniciativa para derrocar al régimen, la oposición siria está dividida sobre qué iniciativas se debería implementar y los cursos de acción; la segunda fase está dada por qué tipo de gobierno tendrá el país sin Al-Assad, ya que si no logran ponerse de acuerdo sobre como derrocar al gobierno, difícilmente lo harán sobre cómo se administrará el poder.